Inició su andadura la Plataforna Manuel García Herreros

Una ausencia física lamentamos y digo física porque sabemos que en espíritu estaba presente, José Luis Moreno, autor de un artículo publicado en esta revista sobre el protagonista de la conferencia; José Luis te recordamos y te esperamos en la próxima cita.

Inició la charla el "presidente de la Asociación" con una breve exposición sobre el por qué de la iniciativa y sobre los objetivos perseguidos.

A continuación tomó la palabra el historiador José Luis GómezUrdañez, nacido en Murillo de Río Leza, catedrático de universidad en Historia Moderna y profundo conocedor de personajes riojanos más famosos pero no por ello más ilustres... Sagasta, Espartero y Ensenada constituyen el núcleo de sus estudios y tesis doctorales dirigidas; pero no solo los personajes famosos le interesan, la historia de diversos municipios riojanos, los montes comunales y sobretodo la historia de quienes hacen historia sin salir en los libros... el pueblo, la mayoía silenciosa constituye su mayor aportación como historiador.

Ahí estuvo el núcleo de su disertación, el título de la conferecia "MGH, Tiempos numantinos" le sirvió de excusa para hacer un recorrido por la primera mitad del siglo XVIII, nos habló de cómo vivían nuestros padres para subsistir en medio del espectáculo bochornoso que el rey padre y el conspirador píncipe hijo (Carlos y Fernando) daban a una estupefacta población de un imperio en acelerado declive, la Patria de las Españas.

Tras leer el libro de Ernesto y escuchar al conferenciante, cuesta creer la durante tantos años "historia oficial de España" según la cual el malvado Napoleón engañó a unos cándidos reyes de España a propósito de su visita a Francia para invadir su reino.

En medio de este escenario magistralmente retratado por el conferenciante, surgió por una serie de casualidades y coincidencias difíciles de resumir en estos comenta- rios que por definición deben ser breves, surge nuestro personaje, Manuel Gatcía Herreros quien tras llegar a ser diputado suplente de las cortes de Cádiz llegó a ser uno de los protagonistas de la Constitución de Cadiz de 1812 que, a pesar de las difi- cultades con que contó para su implantación y del poco tiempo que se mantuvo en vigor, casi doscientos aios después se ha demostrado adelantada a su tiempo debido principalmente al entorno mediático hostil que rodeó su gestación y posterior aprobación. Según el ponente, por luchar tuvo que hacerlo hasta aquellos a quienes defendió: Fernando VII "el deseado" y a los representantes de la IGLESIA española, llena de fariseos inquisidores por aquél entonces.

Que no escandalice a nadie ésta última frase, esta es la conclusión personal a la que ha llegado quien escribe estas líneas de la lectura de la biografía escrita por Ernesto Reinares y de la disertación del Catedrático en Historia Moderna Gómez Urdañez; pero como la Historia depende de quién la cuente y de quién sea el protagonista (al igual que sucede en cualquier película o serie televisiva en las que el espectador se identifica con el protagonista aunque éste sea un bribón), a propuesta de G. Urdañez, la segunda conferencia tratará sobre la historia de un tal "Ceballos" personaje coetáneo de García Herreros recientemente publicada en su tierra natal (Cantabria) que curiosamente estaba al otro lado de los correligionarios de García Herreros, Argüelles y el Conde Toreno, y a quien corresponde el dudoso honor de firmar una de las condenas que tuvo que sufrir nuestro protagonista... ¿será Ceballos el malo de la Historia?... en cualquier caso es una excelente excusa para seguir profundizando en el conocimiento de la obra y el ambiente en el que vivió García Herreros para descifrar si realmente su obra fue decisiva para la modernización de España.

Historiadores, juristas y políticos protagonistas de la Historia política, jurídica y eclesiástica española del siglo XXI han saludado esta iniciativa y se han ofrecido para analizar la trascendencia histórica de las aportaciones de García Herreros y que, esperemos, justifiquen nuestro objetivo:

Sinceramente creo que es merecedor de tal distinción.